La Vendimia
(Primera parte)
La familia de las vitáceas , con unas 600 especies localizadas de manera preponderante en los paises intertropicales. Predomina la especie trepadora de flores pequeñas con frutos carnosos y jugosos.
El género Cissus es el más importante, comprendiendo la mitad de esta familia, pero desde el punto de vista económico se lleva la palma la vid, planta que vamos a tratar en esta ocasión
Descripción
Cuando medra sin intervención del hombre forma una gruesa cepa y un prolongado bejuco con el tronco tan recio, como el brazo humano, que encaramándose a los árboles vecinos, se remonta hasta su copa, donde extiende sus sarmientos y los pámpanos.
Se cría asilvestrada aquí y allá en los sotos y riberas de gran parte de la península desde el litoral atlántico a los barrancos de la costa Brava.
Cultivada, suele formar robustas cepas de poca altura y extensos viñedos en los llanos y laderas de la mayor parte del pais.
La vid se supone originaria de la vertiente caucásica , de las riberas del Mar Negro y de más oriente, pero en los paises mediterráneos se han descubierto huellas de la vid silvestre que remontan a los pliocenos. En todo caso, actualmente el cultivo de la vid es uno de los más típicos de la región mediterránea, a pesar de que, por perder las hojas en invierno, desdice de manera notoria. El clima más favorable es el mediterráneo, con veranos sin lluvias y el cielo sin nubes. En estas condiciones el fruto se produce abundante y se sazona sin tropiezos.
En la orla septentrional de la península y, sobre todo, en el Pais Vasco, las humedades estivales favorecen de manera notable las enfermedades criptogámicas de la vid, el oídio y el mildiu, al paso que la temperatura menos elevada no deja madurar bien la uva. Esta es la causa de que los viñedos se compliquen en el Norte o falten por completo en extensas comarcas.
Florece
A partir del mes de abril en las temperaturas del Sur y es cuando se dice que la vid está en ciernes. Las más precoces empiezan a mulatear en julio y madura su fruto a finales de mes. Por Santiago pica la uva el pavo, dice el refrán. Las tardías vienen dos meses después, como nos recuerda el otro dicho: madura la uva agosto y en septiembre me ofrece el mosto
Recolección y conservación
La vendimia se hace a final de verano o comienzo de otoño. Las uvas se utilizan frescas o bien se escogen los mejores racimos que se conservan colgados hasta navidad o año nuevo. Las uvas moscatel que se someten a desecados , pierden mucha agua y se arrugan convirtiéndose en pasas. Si se le saca el jugo se llama mosto y si se somete por artificio a una fermentación se convierte en vino.
Composición
La savia de primavera, que fluye de los sarmientos cortados, contiene glucosa y pequeñas cantidades de levulosa y sacarosa, tartrato ácido de potasio y ácido tartárico libre, ácido oxálico, malato potásico, ácido succínico, ácido málico...
El vino es el zumo de la uva, el mosto recién obtenido, sin añadirle ninguna sustancia capaz de impedirlo, se deja en cualquier vasija, entra en fermentación natural y desprende bastante burbuja de gas, que es el llamado gas carbónico, el mismo del agua de los sifones o del agua de Seltz.
La composición de la uva es muy compleja. Según de la variedad de que procede y su estado de maduración, contiene cantidades muy variables de glucosa o azúcares de uva, levulosa y algo de sacarosa, que en suma, y como valor promedial oscila alrededor del 15%, pero esta cantidad puede aumentar hasta el 30% en las tierras del mediodía
El índice glucémico de 62gr de uva blanca es de 45
El índice glucémico de 65 gr de uva negra es de 45
El índice glucémico de 14 gr de uva pasa es de 65
El vino no puede considerarse como tal hasta pasado por lo menos un año después de iniciarse la fermentación. Por eso los refranes dicen; Por agosto ni es vino ni es mosto. Y otro nos recuerda que;
Por San Martino (11 de noviembre), prueba tu vino En llegando San Andrés (30 de noviembre) el vino añejo es.
Vino de un año, con éste me apaño; y si tiene dos, me apaño mejor. Jerez de tres años, buen vino es, y mejor de tres veces tres
El vino como medicamento
Cuando se trata de medicinas llamadas tónicas o cordiales. Como el vino de Hipocrático de los antiguos, conocido también por hipocrás que era simplemente vino endulzado y aromatizado con canela , jengibre u otra especia. Después de la preparación se pasaba por un colador. La popular "clarea" de los españoles venía a ser lo mismo y se preparaba con vino clarete, se endulzaba con miel en lugar de azúcar y también se aromatizaba con canela u otra especia.
Una copita de esto vinos mencionados servía para confortar el ánimo de los fatigados con exceso o de los extenuados por el trabajo.
Al vino tinto se le atribuía la propiedad de fortalecer la pared de los vasos sanguíneos, mientras que al vino blanco se le atribuían propiedades diuréticas. Las propiedades medicinales atribuidas al vino se han transmitido a través de los siglos hasta nuestros tiempos, y han alcanzado su auge en el último decenio, con el ya famoso fenómeno denominado «paradoja francesa» que ha puesto de manifiesto, cómo en el caso de Francia, que pese a registrarse un elevado consumo de grasas, se presentan menos problemas circulatorios en comparación con otros países europeos.
El alcohol
El alcohol de 90º o de menor graduación sirve para preparar tinturas de hojas frescas, donde se disuelven los principios activos de las plantas y se usa de forma atópica, en el caso de ingerirlo el alcohol deberá se de un máximo de 45º y se elaborará la tintura en alcohol alimenticio.
Hoja de parra
La historia de las hojas de vid roja, como material de partida para su uso medicinal, comenzó en Francia. En 1940 Leclerc, considerado como uno de los fundadores de la fitoterapia en Francia, decía que el té de hojas de vid roja era un remedio clásico contra las molestias de la menopausia.
El motivo por el que los viticultores franceses raramente presentaban alteraciones venosas se mantuvieron durante el tiempo como un misterio hasta que alguien descubrió por casualidad el secreto de la medicina popular que permaneció guardada tanto tiempo. Los viticultores franceses acostumbraban a recoger las hojas de vid roja, que se encontraron en grandes cantidades en la época de la vendimia, para hacer infusiones y emplastos. La infusión de hojas se depositaba en pequeñas botellas y se tomaba periódicamente en pequeñas dosis, los emplastos, en cambio, se aplicaban localmente en las piernas para aliviar la hinchazón y el dolor después de una jornada de trabajo en el campo. Fue así como se transmitió el secreto de esta preciosa medicina natural.
El objetivo del tratamiento farmacológico es restaurar el tono de la pared venosa, para que mejore la permeabilidad del vaso. Estos tratamientos tienen un lugar terapéutico, sobre todo, en los estadios tempranos de la enfermedad, al reducir la tendencia a la formación de edemas y de sus síntomas asociados.
Sus valores nutricionales son la Vitamina C y diversos fitonutrientes
El extracto de hoja de parra concentra compuestos como los flavonoides, que contribuyen a una óptima circulación sanguínea. Estos agentes con capacidad antioxidante ayudan a reducir la fisiopatología de las venas varicosas y a regularizar el tono venoso.
Semillas de uva
El extracto de semillas de uva se ha utilizado durante muchos años para los trastornos circulatorios, como la mala circulación, la retinopatía diabética, las venas varicosas e insuficiencia venosa crónica. Con comprobada acción antioxidante y antiagregante plaquetaria. Aporta un aporte significativo de vitamina C y beta-caroteno. Ayuda a depurarla sangre para eliminar los desechos de los medicamentos y otros elementos nocivos que se acumulan en el torrente. Es beneficioso para la presión arterial, sobre el perfil lípido, y sobre la frecuencia cardiaca. Otras indicaciones pueden ser; artrosis, colitis, sinusitis, infección de orina, hemorroides, desordenes de la retina, degeneración macular y el asma
El sabor de la semilla de uva es amargo y la de uva negra es más potente que la de la uva verde.
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